miércoles, 23 de marzo de 2011

Fábula del amor y la locura




Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre. Cuando el aburrimiento bostezaba por tercera vez, la locura como siempre tan loca propuso: “Vamos a jugar al escondite”. La intriga levantó el ceño extrañada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó:
¿Al escondite? ¿Y eso cómo es?

Es un juego, explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden, y cuando ya haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego. El entusiasmo bailó secundado por la euforia y la alegría dio tantos saltos que terminó de convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban, y la soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella, y la cobardía prefirió no arriesgarse.

Uno, dos y tres, empezó a contar la locura.

La primera en esconderse fue la pereza que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia se enscondió tras la sombra del triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si un lago cristalino para la belleza; que si el hueco de un árbol: perfecto para la timidez; que si el vuelo de una mariposa: lo mejor para la voluptuosidad, que si una ráfaga de viento: magnífico para la libertad, y así terminó en ocultarse en un rayito de sol.

El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero solo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris, y la pasión y el deseo en el cuarto de los volcanes. El olvido, se me olvidó donde se escondió, pero, eso no es lo importante, Cuando la locura estaba contando 999.999, el amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado, hasta que al fin divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

Un millón contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza solo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios sobre zoología y a la pasión y el deseo las sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia, y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. El egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solito salió de su escondite, resultó ser un nido de avispas.
De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió la belleza, y con la duda resultó todavía más fácil, la encontró sentada cerca sin decidir aun de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos. El talento, entre la hierba fresca, a la angustia, en una oscura cueva, a la mentira, detrás del arco iris, mentira si estaba en el fondo de los océanos, y hasta encontró al olvido, ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero solo el amor no aparecía por ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas, y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo, Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra: El amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

sábado, 19 de marzo de 2011

Ora pro nobis. Una oración por la víctimas y por los verdugos.


Siempre que ocurre una calamidad y el dolor azota inmisericorde... se elevan los ojos al cielo. Y las plegarias y sentimientos de solidaridad y apoyo remontan el vuelo como una bandada de pájaros mensajeros. Nuestra conciencia viaja entre las plumas de sus alas. El corazón se hace más grande.... y el alma, si es que existe, que yo sí lo creo, se libera, aunque sea un poco, de hierros y cadenas de egoísmo.

Pero por qué no ofrendar nuestro corazón cada día. El dolor, la muerte, la tristeza y la injusticia, no solo se enmascaran en tsunamis y terremotos... hay un mundo inmenso y crudo a la vuelta de la esquina. Que nuestro espíritu indómito se rebele también contra lo que tiene nuestra autoría... Contra la naturaleza poco o nada podemos hacer... no le podemos exigir responsabilidad, ni preguntarle por qué. Dios, a pesar de ser el blanco de las condenas de muchos… no tiene nada que ver con esto. Tan solo es responsable como es responsable de todo lo existente…. No es un Dios que condena y castiga… es la Fuerza incognoscible y poderosa que dio a todo el universo el don de la existencia…

Una existencia que se debate entre la vida y la muerte, el orden y el caos, la luz y la oscuridad… una armonía que fluye… entender esto permite reconocer que las fuerzas que unen, que respetan, que se apoyan en sinergias, elevan y permiten la vida… y las que dividen, destruyen, separan y marginan nos devuelven al caos y la muerte. Todo en la naturaleza convive en esta danza de dualidad… y cuando prevalece el orden y la vida, se dan los ecosistemas, las comunidades, los seres vivos y hasta las galaxias y constelaciones.... Todo parece que cumple el ritmo natural de la vida... sin embargo el ser humano, por su condición de libertad y libre albedrío, por su capacidad de elección se posiciona en uno u otro bando…

Solo se elevan plegarias por las víctimas… cuando los que más las necesitan son los que se alistaron en el “lado oscuro” … los inconscientes, los mal nacidos, los tiranuelos de poca monta, los que se benefician a manos llenas del dolor y la miseria de otros, los oligarcas que quieren tener poder sobre los oprimidos, los amos ocultos de los intereses económicos que juegan con el destino de la humanidad, los que determinaron que el petroleo es la fuente de energía prioritaria aunque se hayan descubierto los motores de agua, los que hicieron de la energía nuclear un arma y una fuente altamente contaminante de energía… Los que deciden que no es beneficioso investigar la cura de enfermedades minoritarias y a la vez lanzan falsas epidemias para vender a los estados medicinas inservibles, los que entregan créditos a países pero con la condición que sea para comprar armamento a los estados que lo prestan. Los que siguen beneficiándose del yugo impuesto a los países en vías de desarrollo….Los verdugos que ocultan sus identidades por verguenza a llamarse humanos.... Todos estos.. necesitan de nuestras plegarias… porque sólo con un milagro su conciencia despertará y empezarán a cambiar las cosas… Ora pro nobis, Señor.

Alcemos nuestra oración por ellos… y por todos nosotros…

Para las víctimas... una vela, una oración, que quede cosida en costuras dentro del alma... y se eleven entre las plumas de las aves mensajeras que van al cielo...

Para los que soportan con estoicismo el dolor, para los héroes de Fukushima, para aquellos que dominan sus tinieblas interiores y haciéndoles frente dan luz…. mi aplauso, mi honra, respeto y admiración.

Víctor.