viernes, 7 de diciembre de 2012

La voz que me exhorta

















Abierto como estoy
a la luz de la mañana
y al horizonte inalcanzable
nuevos bríos me empujan
y exhortan a que abra los ojos.
“De entre todo aquello que
...se muestra ante tu alma”, dicen,
“marca el rumbo
hacia la cima más alta.
Rechaza la gruta profunda
y el bosque frondoso,
las plácidas lomas cubiertas de flores
y la orilla tranquila del lago;
desoye el zumbido halagador
y el bramido de la fiera salvaje;
no te ciegue el laurel o la rosa,
no te pare la espina o la zarza.
Elige bien y comienza el camino.
No importa cuán lejos se encuentre,
Pero sí importa que la cima sea alta.”
Esas voces,
hijas de una fuerza incontenible,
parecen conocerme bien.
Siento predilección por las alturas.
Mas, sabias, cortejo de musas,
me hablan de vez en cuando
para que no me olvide.