Aquí os dejo un maravilloso fragmento extraído del libro de Carl Sagan, "Un pálido punto azul". Una hermosa reflexión para reencontrar nuestro sitio en el pequeño planeta que habitamos, pues en ocasiones el egocentrismo impide ver más allá de nuestro ombligo. Sin embargo liberados de ese lastre podemos darnos cuenta de ese ser contradictorio y pluri-dimensional que es el hombre, tan capaz de miserias y pequeñeces como también de las mayores grandezas que lo elevan junto a los inmortales. Y todo ello... en una pequeña mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
El interior del alma humana presenta una cartografía rica en desniveles, cumbres y valles, abismos y altas montañas. No obstante yo siento devoción por las alturas y los paisajes luminosos. Por este motivo, no es de extrañar que mi viaje se emprenda hacia lo alto. Convoquemos a los vientos favorables que sostienen las alas e impulsan al alma, cuanto más arriba... más adentro.