El interior del alma humana presenta una cartografía rica en desniveles, cumbres y valles, abismos y altas montañas. No obstante yo siento devoción por las alturas y los paisajes luminosos. Por este motivo, no es de extrañar que mi viaje se emprenda hacia lo alto. Convoquemos a los vientos favorables que sostienen las alas e impulsan al alma, cuanto más arriba... más adentro.
martes, 1 de noviembre de 2011
No puedes comprar la lluvia.... no puedes comprar el Sol
Una hermosa canción de Calle 13. "Latinoamérica"
Sin embargo creo yo que es un espíritu que bien podría representar a toda la humanidad, la de los hijos de la tierra, los peregrinos de la vida, los amantes del aliento que todo lo sostiene... ese aliento que no puede comprarse con dinero.
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