
Hoy el mar está revuelto.
Inmisericorde castiga la orilla
que sin saber por qué
...pero altiva
lo soporta todo.
Quisiera ser orilla
que acepta las olas.
y la sal... y la espuma.
Roca que planta su cara
al beso continuo de la mar
al golpe constante
del constante fluir.
Aceptar que las cosas
vienen... van... y tal vez,
fortuna o desdicha,
vuelvan a venir.
Hoy el viento aulla.
entorpece el rumbo del navío
que hacia otros mares
en pleno desafío
le reta.
Quisiera ser navío
con horizonte por meta
y rumbo... y derrota
siempre inalcanzable...
más no por ello dejar
de cortar las olas,
de surcar los mares.
Coraje indómito
de corsarios y marinos.
Tengo alma de gaviota,
espíritu de navegantes.
Hoy la oscuridad acecha
abraza la llama del faro
que con tímida
e implacable fuerza
la espanta.
Quisiera ser luz
de faro... de estrella,
de esos que en medio
de la noche más cruda,
de la noche más fiera
son a falta
de sol una Luna,
a falta de luna
una hoguera
que alienta,
cobija y alumbra.
Hoy hay noche,
viento y oleaje...
pero mañana...
cuando el día nazca,
y Eolo en tregua
conduzca la nave
a tranquilas costas
Entonces...
querré seguir siendo orilla
que bese las olas,
navío grande o pequeño
da igual, no me importa...
querré seguir siendo
sol, llama o antorcha.
Víctor Vilar.
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